Existe hoy un «boom» por mantener una figura «despampanante», rostros de televisión lucen orgullosos sus «Six Pack» que estoy seguro han logrado gracias a un gran esfuerzo y dedicación, porque esto no se logra de la noche a la mañana, menos cuando le has dado años de maltrato a tu cuerpo. Bajar de peso y lograr una figura de modelo no es fácil y lo más probable sea que la mayor cantidad de personas que se proponen hacer algo por su aspecto físico, terminen frustrados sin lograrlo, echando el «pelo», porque por más sacrificio que se haga no se logran los tan ansiados kilos de menos. Pero aquí es necesario hacer algunas observaciones y entender de qué se trata esto, al final el factor que nos llevará al éxito será precisamente eso, entender que esto no es por arte de magia y que se necesita de mucho sacrificio y voluntad, aunque no menos cierto es que no se debe mal interpretar eso del sacrificio y voluntad como sinónimo de pasar hambre con largas jornadas de ayuno, eso un concepto mal entendido.
Vamos por parte. Lo más importante es que bajar de peso no significa comer menos – aunque sí eres de esos (como yo en su momento) que se comen todo lo que pillan por delante, lo más probable sea que emprender una cruzada de estas implique comer bastante menos que lo que comías habitualmente – bajar de peso significa conocer lo que comes y ordenar lo que comes, es decir, buscar nuevos hábitos alimenticios favorables y que como consecuencia de ello, el cuerpo termina perdiendo esos kilos que realmente no aportan en nada. Pero acá hay otro concepto que también es necesario entender, el objetivo primordial es mejorar tu alimentación para mejorar el rendimiento que puedes obtener de tu cuerpo, tanto física como mentalmente y que como consecuencia de ello, bajas de peso. Al final tú eres lo que comes o como bien dice mi amigo Jorge, la comida es el veneno que nos mata y a su vez el antídoto que nos sana. Si logras entender eso, entonces dimos el primer paso y estamos preparados para comenzar una nueva vida. Conocer lo que comes es fundamental, porque a pesar de que casi ningún alimento está prohibido, hay algunos que es necesario dejar de consumir y otros que es necesario aumentar su consumo. Por ejemplo, bajar el consumo de azúcar y aumentar el consumo de grasas buenas (frutos secos, palta, aceite de oliva, aceitunas, entre otros) es básico. Equilibrar el consumo de proteínas, carbohidratos y grasas es fundamental y por cierto comer 5 veces al día o cada 3 horas, para que tu metabolismo mantenga un ritmo adecuado para la quema de calorías. Al final, de acuerdo a lo que comes y como lo comes, tendrás una maquinista de quemar calorías que acuará de forma constante en tu cuerpo.
Lo segundo que debemos considerar y meterlo bien en nuestro «seso» tiene que ver con el objetivo primordial de esto, más bien es necesario entender – y perdonen que use este concepto reiteradamente pero es clave – que buscamos un futuro saludable y permanente en el tiempo, o bien, que lo que nos reste de vida lo disfrutemos sin enfermedades ni «achaques» y dediquemos mayor tiempo a lo realmente importa, ser felices. Porque de eso se trata todo esto, de ser personas envidiablemente sanas en el tiempo. En mi caso particular, por ejemplo, bajar de 92 a 72 kilos hoy ha sido impactante para quienes me rodean y es común encontrarme con la pregunta de «qué te pasó weon, estás enfermo?» Típica pregunta weona que te hacen y que terminas aceptando porque realmente el aspecto físico que demuestras con 20 kilos menos es diferente. Mi respuesta hoy es, NO ESTOY ENFERMO, ESTOY SANO y siempre mi interlocutor queda como marcando ocupado, pero es la verdad y de eso se trata esto. Desde que cambién mis hábitos alimenticios y dediqué más tiempo a hacer deporte, nunca más me he resfriado, nunca más he sentido un malestar estomacal, me olvide de mí habitual acidez y mi rendimiento en el trabajo aumentó en un 100%. Así de importante es entender lo que, como consecuencia, nos llevará a mejorar nuestro aspecto físico.
En un post anterior https://masgordoqueayer.wordpress.com/2015/10/12/cambio-de-habitos/ expliqué más o menos de que se trataba la dieta que hago y que abracé como parte de mi vida, aunque parezca «camello» (intenso con el tema), es lo que hoy me tienen muy feliz y pareciera que las cosas, todo en general, está saliendo a pedir de boca. No seré Brad Pit, ni Leonardo Di Caprio, pero mi aspecto físico hoy dista mucho del que tuve mis últimos 25 años. Acá una muestras y claro, con la cara no hay nada que hacer
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