Los costos del carrete

El fin de semana me pegué una desordenada de aquellas memorables y se fue a la «chucha» la dieta. Impresionante como bastó un gran carrete para sacarme de todo lo bueno que había logrado. Obvio que, aunque salí a trotar el domingo como pude, no fue posible volver al estado en el que me encontré durante toda la semana. Ni hablar de los 2 kilos adicionales que generó esta salida. 

En todo caso, es justo y necesario ponerse a tono al menos una vez cada cierto tiempo, aunque las consecuencias sean nefastas para el proceso.

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